Verano eres,
masculino eres,
contradictorio
con tus ires y venires.
Verano, en momentos, tu calor mata,
recurro a aspas de ventiladores regalados
que dan vueltas tu calidez,
otros, cierro ventanas por tu brisa gélida,
encerrada en este encierro de deberes y cumplimientos.
Mochila pesada llevo a la espalda
que se queja día a día
recordándome que existe,
que está a mi espalda
y que duele.
Otra vez no saborearé los placeres del verano,
debo seguir, por pasillos oscuros, tristes,
ascensores vacíos a medio andar,
que recuerdan pasajeros ausentes.
Así verano,
te irás rápidamente,
como siempre,
llevándote mis últimos recuerdos,
dejándome con ojos secos,
que nadie riega,
con sonrisa apagada,
que nadie ilumina.
Habrá otros veranos,
más alegres,
tal vez,
con él nuevamente a mi lado,
tal vez.
06-01-11
jueves, 6 de enero de 2011
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