No eres tú,
desapareciste en el largo camino
que decidiste tomar
aquel día de verano.
No apareciste,
des-apareciste con tus miles de signos
dibujados en mi mente,
con los cientos de caricias pegadas en mi piel.
Te fugaste entre cerros,
niebla,
murmullo azul,
dejando tu rastro en mi cama de sábanas vacías.
Nadie calma mi sed,
acalla mis silencios,
enciende el fuego de mi mirada,
tampoco tú.
No estás,
no apareciste.
30-08-10
lunes, 30 de agosto de 2010
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