Hoy, el cielo se vistió de otoño,
se puso su abrigo gris,
hecho de nubes
y se quedó en la ciudad.
Pero yo no lo ví,
me senté al otro lado,
donde todo se bañaba de sol.
Se iluminaron mis ojos,
con hermosos signos pronunciados en mi oído,
con letras de pasión y deseo,
con saber que todo perdura.
Hoy,
volví a sonreír.
Mayo 2010
jueves, 26 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario