Dieciocho vueltas a la luna,
luna llena de mi propiedad,
que en silencio observó
como crecía esta pasión–amor.
Envuelta en túnicas de soledad,
esperanzada en infinitas vueltas de lunas que vendrán,
paciente las dejo pasar
hasta la llegada pronta del re-encuentro,
de la re-conquista.
Con la misma esperanza alimentada de signos hechos para soñar.
26-12-10
lunes, 27 de diciembre de 2010
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