Que todo es todo,
que nada es nada,
¿qué importa?
si todo es nada..
Uso de brazos sin anteojos,
camino de celdas encerradas
por conductos eléctricos
bajando p’a Puerto Aysén.
Aquí,
encuclillados frente a mi espalda
veo los aromas de los cactus
que emiten sonidos de colores.
Espero la micro en el cerro,
pero sólo pasa la luz del sol por mi lado
sin un espacio
para otro pasajero.
Irma Pavez C.
18 agosto 2009.
martes, 20 de octubre de 2009
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