Niña hermosa,
niña mía,
¿qué miras?
¿qué observas con tristeza?
Yo sé,
observas el frío y largo invierno,
que no te permite salir al campo,
ni disfrutar de los manjares de la naturaleza.
Tu danza, con los amigos de siempre,
conejos, ardillas, mariposas que saltan y revolotean
en hermosas flores que adornan tu rostro
y tus bellos ojos verdes .
Verdes, al igual que el suelo que tocas al danzar,
verde de tréboles, con sus tres y cuatro hojas,
que te cobijan cuando descansas
mirando el cálido sol, que baña tu suave rostro.
Tranquila niña mía, no te entristezcas,
la vida tiene sus ciclos y éste, el frío ciclo climático,
también termina y volverás a sonreír
cuando inicies, nuevamente, tu alegre y soleada danza primaveral.
Irma Pavez Carmona
Junio 2009
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